A lo largo de la historia, la mujer ha jugado un rol crucial en el cultivo del olivar, experimentando un cambio significativo en sus funciones. Históricamente, han estado involucrados en la recolección de la aceituna, la elección y categorización del fruto, además de la administración de las fincas familiares. En numerosos países mediterráneos, en particular España, Grecia e Italia, las mujeres han desempeñado un papel crucial en la conservación de los olivos, fusionando esta labor con sus obligaciones familiares.
Históricamente, durante la era del Imperio Romano, las mujeres participaban en la obtención del aceite y en los procedimientos de elección de la calidad.
En Andalucía, textos medievales demuestran su participación en la recolección y cambio de la aceituna, particularmente en pequeñas fincas familiares y mercados locales.
Evolución en la participación femenina
A medida que la sociedad ha evolucionado, el papel de la mujer en el sector olivarero ha pasado de ser un apoyo familiar a ocupar posiciones clave en diferentes ámbitos de la producción y comercialización del aceite de oliva. La mecanización del campo y el acceso a la educación han permitido que más mujeres se incorporen a labores tradicionalmente desempeñadas por hombres.
Rol actual de la mujer en la industria del aceite de oliva
En los siglos XX y XXI, el rol de la mujer en la industria del aceite de oliva ha experimentado un crecimiento notable. En la actualidad, desempeñan roles de liderazgo en almazaras, entidades de investigación y entidades globales que fomentan la agricultura sustentable.
Conforme la industria progresa hacia la modernización y la sostenibilidad, la participación femenina en todas las fases de producción, desde el cultivo hasta la venta, se ha transformado en un elemento esencial para el desarrollo y la diversificación del sector de la aceituna.
En Aceites Guadalimar además de incorporar personal femenino en puestos de gestión, comercialización, exportación y calidad hemos sido pioneros incorporando mujeres en primera línea de producción, contamos con personal femenino en áreas de producción que van desde el cultivo del olivar en el campo hasta el cuerpo de almazara o envasado, puestos reservados tradicionalmente para hombres, donde las mujeres demuestran la misma valía que sus compañeros.